Natalia Pilo

Lo que parecía una cuarentena termina ayer en 45 días y hoy en 46 sin un final aún establecido, que ahora se denomina como confinamiento. Lo cual obliga al arte a manifestarse de una manera distinta, que en este caso será por el momento por diversos medios medios virtuales. -Un momento en que el arte se sumerge entre la invisibilidad y la visibilidad de su materia, que a su vez, ratifica lo que es el arte: visibilidad e invisibilidad , concepto y resultado sensible- En un momento se pensó que la cuarentena solo iba a durar dos semanas. Surgen preguntas que en un principio parecen absurdas pero ayudan a alimentar un proceso creativo, que generará un resultado visual que seguirá desarrollándose en las próximas semanas. Los resultados visuales que se van documentando reflejan el uso de diversas disciplinas artísticas, lo cual se convierte también en una cartografía.

Este proyecto llamado “objetos de rito en cuarentena" – conjunto #1” son pequeños objetos que resignifican mitos históricos territoriales. Fueron generados durante el confinamiento, utilizando solo el material a disposición en casa. Éstos sintetizan algunos elementos naturales que se encuentran en los mitos preincaicos que -al retomarlos dentro del este contexto contemporáneo y extraordinario- el hombre se confina dentro de su propio espacio construido y ahora de-construido debido a un acto invisible de la naturaleza. Donde él espera su retorno a una periferia donde él ya no pertenece. Ahora su acto se vuelve, invisible y sumiso ante la inmensidad y fortaleza de la naturaleza al querer retomar su territorio. Por esta razón en algunas ocasiones se recurre a la invisibilidad del rito que a su vez se unifica con la invisibilidad del arte. En el proceso técnico se han utilizado elementos – en algunos casos de materia complementaria-, como el concreto y el algarrobo, o el concreto y la piedra y otros elaborados con elementos naturales como el adobe. Esta transdependencia dentro de nuestro contexto cultural o histórico en algunas ocasiones el individuo contemporáneo no la contempla como parte de su cultura aún en tiempos lejanos, pero en ocasiones como las actuales, algunos retoman los mitos y creencias y vuelven a sus raíces, esto debido a generar acciones visibles ante esta gran pandemia. Lo cual se pueden reunificar territorios y poblaciones que en algún momento se vieron fragmentadas por la modernidad.

Su proceso creativo pasa por el tamiz analítico, llevándola a desarrollar profundas investigaciones en ámbitos histórico - social y geográfico, desarrollando conceptos visuales a través de medios como la instalación y la fotografía, explorando nuevos formatos técnicos. El poder de la imagen en nuestra contemporaneidad es la motivación para buscar y generar interrogantes en el observador, frente a la situación espacial y visual de una Latinoamérica emergente; donde se busca conquistar cada espacio deshabitado y olvidar otros, incluyendo su pasado. Es por ello, que mediante distintos recursos artísticos -que utiliza- busca capturar espacios geográficos sin ruidos visuales contemporáneos, para así poder cuestionar el medio en los que se desarrollan.