FLORENCIA MARINETTI
La cerámica como piel, una forma que contiene y a la vez intercambia con el entorno a través de sus poros. Barro que se transforma en la acción del fuego. Piel que cambia de ser base ancestral en la mezcla de construcción de refugios a ser vasija, cuenco, sistema de riego comunal. Pareciera que fuera un espejismo de algo lejano en el tiempo, pareciera desde nuestro habitar colonizado y extremadamente urbanizado un viaje desconocido. Casas de barro y ollitas de barro.

Reconstruir es recuperar conocimientos milenarios que formaban parte de las comunidades en todo el planeta.
Barro componente generador de tecnologías asociadas al fuego y al refugio. Un pedazo de arcilla que se transforma, cambia, muta. Ya es otra cosa y sigue su camino.

La búsqueda y resistencia de comunidades ancestrales en toda Abya Yala y en todo el planeta, identificadas como campesinas en algunos casos, crean oasis en el proceso de desertificación de las tierras arrasadas por forestales y monocultivo. Oasis que fueron monte, selva alguna vez y que en Argentina fueron expoliadas con una violencia multinacional instalada desde los años del neoliberalismo noventero.

La migración forzada, la represión hacia las identidades no blancas, el desarrollo de la industria de la construcción tiene vínculos estrechos, como una ola que arrasa llevándose mano de obra barata, ubicada en los márgenes de las ciudades centro/capitalistas. La industria del cemento por sobre el adobe, las rutas del extractivismo, la maquinaria por sobre la comunidad. Asomando a todo este desequilibrio, se multiplican las organizaciones sociales que reivindican sus orígenes y su tejido social ligado al territorio, a la vía campesina, a la producción de alimentos sanos, a las economías populares.

El problema es que la deforestación se traduce en largas extensiones explotadas por el monocultivo y los agroquímicos, con lo cual la recuperación de los territorios ancestrales se traduce a la recuperación de la salud del suelo, proceso que lleva su tiempo, como un cuerpo al que le dieron muchos medicamentos que lo fueron debilitando. La recuperación del organismo Tierra. Para ello las comunidades agricultoras de otras partes del mundo, específicamente agricultura en el desierto subsahariano, han reconstruido sistemas que pertenecían a las tradiciones fenicias de cultivo y se han hecho eco en otras partes sus vasijas porosas enterradas que distribuyen humedad a la tierra de forma constante, siendo un apoyo para el uso responsable del agua, que escasea en esos territorios.

Estos sistemas se construyen a base de arcilla, arena y aserrín, usando la misma mezcla para los biofiltros que potabilizan el agua o la mezcla usada para la elaboración de adobes para bioconstrucción.



TEJIDO ORGÁNICO
Cuerpos comunidades y recuperación de cosmocimientos


La mezcla de arcilla con aserrín y arena es la base para los biofiltros de cerámica, cocidos a bajas temperaturas, para que queden porosas.
En el proceso de elaboración de las piezas, se utilizó arcilla del arroyo de Vasquez que conecta con el arroyo Cla rome-ko en Tres Arroyos (Cla rome Ko es el nombre del lugar en la lengua mapuche, en el territorio de Wallmapu) y arena de la Laguna del Desmonte, a 5 kilómetros de la estación de trenes de Chaves.
Artista visual, ceramista, bioconstructora, diseñadora textil,ilustradora, grabadora, feminista. Estudió Artes Plásticas-cerámica en la Fac. de Artes de la UNLP. Educadora para la diversidad y migrante.
PROCESOS
TEJIDO ORGÁNICO Cerámica
Formato mediano
Serie de 12 piezas, entre 8 cm a 15cm de diámetro
Proceso de experimentación e investigación con arcillas locales para el desarrollo de biofiltros y vasijas de riego (sistema fenicio) con horneadas alternativas, horno de pozo a leña y horno de aserrín (atmosfera reductora).